Saturday, 13 June 2015

Cerrando la historia marroquí

Llegó la hora de salir de Marruecos, cambiar el país y la cultura. Una cosa que sé es que volveré, incluso creo que aprenderé Árabe y Francés para la siguiente ocasión. Pero antes de cerrar este capítulo en la historia de mis viajes, les dejo algunas cosas que los prepararán para que viajen a Marruecos y logren tener una buena experiencia.
Mezquita en Casablanca
Lo principal que hay que saber es que la cultura es diferente, la religión también es otra pero no se siguen las normas del Coran en el gobierno. No es necesario cubrirse por completo si eres mujer y ciertamente no hay ninguna prohibición al alcohol. De hecho, el hachís es igual de ilegal que en muchos países. Lo curioso e irónico es que por la religión, es socialmente aceptado fumar hachís pero no beber alcohol. Para aquellos que se pregunten, algunos supermercados tienen una sección especial con bebidas alcohólicas y algunos restaurantes también venden cerveza, solo hay que preguntar.

Para moverse hay diferentes medios de transporte. Uno puedo usar trenes o camiones para viajar de una ciudad a otra. Incluso conocí personas que viajaban de aventón. He de confesar que yo lo hice, un amigo me llevo a una playa cerca de Rabat, para lo cual tomamos un camión (colectivo, bus urbano o como sea que lo llamen en otros países de habla hispana) y para el regreso me dijo que si estaba de acuerdo en hacer hitchhiking. La experiencia hubiera sido mejor si pudiera haber entendido árabe y participar en la conversación un poco más.

En cuanto a los taxis, son muy baratos. A veces se puede fijar un precio de un lugar al otro o en ocasiones en los petit taxi se puede pedir que pongan el taxímetro. Los grandtaxi son para 6 personas, dos adelante y cuatro atrás; más el conductor. Los taxis pequeños son sólo para 3 personas. Eso sí prepárense para el viaje de sus vidas. Es como viajar en el DF, cada quién conduce por dónde encuentra un lugar para avanzar. Y olvídense de los pasos peatonales, al igual que en México son más decoración que utilitarios. ¡Hay que cruzar a la brava!

Para las compras, hay de todo. Uno puede ir al centro comercial, tiendas como H&M, supermercado e incluso la Medina. Ir a la Medina es como ir al mercado en México, uno va preparado con el dinero que necesita y está listo para regatear. En muchos lugares no hay precios fijos, principalmente porque los comerciantes les gusta saber cuánto estas dispuesto a pagar y de ahí empieza el juego para ellos.
La comida en general es rica, aunque puede que no encuentren mucha variedad. Para los vegetarianos será un poco difícil encontrar algo, aunque siempre hay opciones. Tal vez les digan que un Tagine es vegetariano porque ya le quitaron el pollo. No será fácil encontrar carne de puerco debido a que se sabe que este animal contiene una bacteria dañina, la cual no muere ni aun cocinándolo a altas temperaturas. He de decirles que encontré comida y bebida por 12 dirhams (la conversión es 1MAD = 1.6MXN). También aprendí a hacer pastilla.
Cocinando Pastilla en Essaouira.
Hablando de conversiones, será difícil encontrar un lugar que acepte tarjeta y la terminal esté funcionando. Lo mejor es retirar dinero del cajero o llevar Euros e ir cambiándolos.

He de decirles que cuatro semanas no fueron suficientes, hay mucho qué hacer en Marruecos. En Chefchaouen se puede ir a pasear por las montañas y encontrarse con unas maravillosas cascadas. Se puede ir al desierto desde Marrakech o Fes. En Essaouira y las ciudades con playa es posible surfear. Escuché algunas otras actividades y ciudades que debería visitar.

Hice Couchsurfing en la casa de un marroquí, con su familia. El primer día conocí a su vecina, quien me pidió que ayudara a su hijo con los verbos en inglés a cambio de una comida. Hizo un pescado delicioso, e insistía en que comiera más. No se usan cubiertos, todo es con la mano y un pedazo de pan, y solo se usa una mano (en breve entenderán el porque).
Couchsurfing en Rabat.
Hay algunos lugares donde no hay escusado en el baño, sino un hueco en el piso. Este tipo de baño es llamado Turco, al parecer es saludable debido a la posición que se toma. No hay papel de baño, cerca encontrarán un balde generalmente con agua (sino hay que llenarlo) con el cual uno se puede limpiar (con la mano izquierda, por eso se come con la derecha). Les recomiendo leer más de cómo usar el baño, en caso de que se presente la oportunidad, uno nunca sabe.

Por último, un check-list para saber si ya estás listo para enfrentar Marruecos.
1. Sabes regatear. Creo que es algo que usamos en México para comprar artesanías o cualquier chunche en los mercados. Si sabes regatear aunque sea en nivel básico estas listo para comprar en Marruecos y pasear en taxi.

2. Haz ido a Tepito o el centro del DF y vives para contarlo. La medina en ciudades como Fes y Marrakesch es la locura, todos te hablan, te preguntan de dónde eres, te invitan a pasar a su tienda, a dónde vas, etc. Es un mar de gente, donde hay que pasear a cómo dios nos dio a entender. Seguramente si has ido a lugares concurridos, tendrás éxito en las medinas.
Medina en Rabat.
3. Cruzas las calles en México a la brava, no tienes miedo de los coches. Este es un punto muy importante porque en Marruecos no hay respeto por los cruces peatonales. En las avenidas uno debe ir toreando los coches para ir al otro lado o rendirse y no moverse.

4. Estás acostumbrada a los nacos gritando piropos mientras caminas. Esta va especialmente para las chicas, y más si viajan solas como yo. En Marruecos muchos hombres te voltearan a ver, te dirán que eres bonita, guapa, hermosa. En algunos casos uno se siente hostigada, pero a veces es lindo aceptar un cumplido y seguir caminando.

5. Sabes hacer de aguilita. Es una técnica desarrollada por las mujeres en los baños públicos. El truco consiste en no tocar el inodoro mientras uno va al baño. Si dominas esta técnica, no tendrás problemas en el baño turco.

6. Haz ido a un pueblo en México donde las direcciones son demasiado ambiguas para ser verdad. En Marruecos es necesario preguntar varias veces por un lugar, muchos te dirán direcciones completamente diferentes. Cuando tres o más coincidan, entonces ¡a seguir la ruta!
En resumen, y por mi experiencia en general, es que Marruecos es un país similar a México. Es increíble la cantidad de veces que caminando por la calle encontraba cosas que me hacían sentir en casa. Claro que la cultura es diferente debido a la religión, pero sino no tendría caso salir de México.
Comida marroqui.
Pastilla.

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