Sunday, 26 April 2015

Karma al viajar

Es común que escuchemos hablar del Karma, especialmente cuando alguien nos hace una mala, pensamos que el Karma se lo cobrará y a veces con eso nos conformamos. Pero ahora no entrare en detalles del mal Karma. Realmente no debemos ir por la vida cuidando no hacer mal por no tener mal Karma, realmente se trata de hacer siempre el bien, sin mirar a quien. Es algo que yo siempre he tratado de hacer (soy humana y a veces actuó con malicia), pero soy responsable de mis actos.
Hay un video circulando en Internet, un hombre le compra a una niña pequeña un pastel que su abuela no le puede comprar por ser muy caro. Al final del video se muestra al abuelo de la niña, dándole un pastel a un niño, quien es el mismo señor que le regalo un pastel a la niña.
A esto me refiero con el buen Karma, puede que no se manifieste de una forma tan directa pero me he dado cuenta de que al recibir viajeros en mi casa, ofrecerles un hogar temporal en mi residencia, y guiarlos por la ciudad, estaba creando esa red de buen Karma. A lo largo del viaje he encontrado personas increíbles, todas dispuestas a ayudar. No solo me refiero a Couchsurfing, sino a gente que presenta servicios, gente caminando por la calle, incluso la señora que se sentó frente a mi en el tren cuando perdí mi celular. Lo bueno se mantiene bueno.
Pero, ¿cómo utilizar esto al viajar? Si has sido un ojete (término usado en México para describir a alguien mala onda, que hace las cosas con malicia) durante oda tu vida y de repente quieres viajar y esperas que todo sea perfecto, probablemente no lo será. Este no es un tip para personas que buscan aprovecharse de los demás, que quieren viajar gratis y no comprenden que viajar cuesta, aunque el precio no siempre sea monetario. Mi objetivo es motivar a todas esas bellas personas que pueden viajar libremente siempre y cuando se mantenga positivos.
Y ser positivos no solo es pensar que todo saldrá bien, sino recordar que "el no, ya lo tienes". Sé amigable. No se sabe si la persona sentada a tu lado te ofrecerá un tour por la ciudad, si la viejita que lucha en las escaleras por bajar su mandado te invitará a almorzar (relato del amigo de un amigo), si una señora en un hostal te ofrecerá apoyo cuando vayas a su ciudad. Ese buen karma viene contigo en todo momento, y cuando viajas el mundo se encoge, se hace más pequeño y descubres que en algún momento estuviste viajando con un amigo de quien te está dando hospedaje. Te das cuenta que conoces a dos personas geniales, con una disfrutaste de un viaje, la otra te apoyo a disfrutar el tuyo. Es el efecto ripple.
Aun si no te decides a viajar, sigue siendo esa persona llena de buenas vibras. No importa lo que pase, mantén la sonrisa. No dejes que una tormenta arruine tu luz.

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